Odio el viento

Menudo repaso me dio ayer el señor Eolo, calculo que hasta los 50 km/h alcanzaba el levante que azotó ayer Lunes la costa Almeriense de Aguadulce-Roquetas. La ida fue suave al trote aumentando progresivamente el ritmo conforme se calentaban las articulaciones, claro que el viento iba a favor, esto me animó y me lancé a los 10 km casi pensando que la vuelta no sería tan mala. Pffffff

¡Menudo infierno!, eso era un infierno y no lo de Van Damme. A veces te daba una tregua, pero solo era para golpearte con mas fuerza en ráfagas. En fin, de las pocas veces que me han dado ganas de parar, y si a esto le sumamos un fuerte dolor en la rodilla que vuelve a aflorar pues ya ni te cuento, pero bueno hay que tener en cuenta que son 20 km, y seamos serios, todavía no me he recuperado de la lesión y sin embargo puedo correr esta distancia, tan mal no estoy.

Total, que viendo en internet que el tiempo no iba a mejorar, decido volverme a Marbella para salir con la bici al día siguiente, pero una migraña se cierne sobre mi en la vuelta por lo que ni siquiera pude cenar, y claro eso lo he notado esta mañana cuando he salido con Juanito, la subida a Ojén se me ha hecho durísima y he tenido que subir a molinillo.

Juan ha decidido enseñarme los caracolillos a la salida de Ojén, y me ha costado subir tela marinera, pero en la bajada parece que ha empezado a hacerme efecto el desayuno de 4 tostadas de pavo con tomate mas 4 tostas de nutella mas zumo y mis musculos han empezado a reaccionar, asi que cuando hemos llegado a Marbella he decidido que podía subir a Istán y hacer al menos un entreno digno.

Tras una paradita en el banco para que Juan haga sus mandaos, me he enfriado un poco viendo lo guapa que está mi bici incluso al lado de la Ridley de Juan :D, pero se coge calor rápidamente subiendo los primeros repechones de Istán, ahí Juan me ha dejao y he seguido hasta hacer un tramo cronometrado de 32:05 récord de subida a Istán, parece que no estoy tan mal, a ver si luego soy capaz de correr un poquito.

Llenado de bidones obligatorio en la fuente y pa casa, 75 kms.

Ahora, tras comer y descansar, a trotar un poquito pero suavemente, que total pa como estaba esta mañana y pa lo que ha salido al final me puedo dar con un canto en los dientes.

Qué fácil es entrenar cuando no tienes que trabajar.