Volviendo a la senda

Ganas tenía ya de hacer kilómetros con la bici, y si es por Almería, la tierra de mi niñez y sin embargo la más desconocida para mi, mejor. Visita al "arrecife de las sirenas" en Cabo de Gata.

Salida a las 9 menos algo de Aguadulce (Almería), con mis dos hermanos, los 3 luciendo la peaso de equipación que nos hemos diseñado a tal efecto. Una mañana fría, de hecho he llevado todo el día la chaqueta de gore y me la he quitado solo al volver los últimos km para lucir el maillot.

Llegada a Almería donde recogemos a Damián, del TriAlmería, que nos acompaña esta mañana. Por el camino se nos enganchan otros dos invitados que aprovechan que llevamos un ritmo tranquilo para seguir nuestro rebufo. El viento nos pega toda la mañana de cara y lo malo es que a la vuelta cambia justo para hacernos la faena al lado contrario, y es que dicen que Almería se ubica entre dos mares, ¡la mare que parió al levante y la mare que parió al poniente! En fin, todo muy llanito, sin excesos para ir ajustando la maquinaria con un solo repechito de pocos metros al llegar a Cabo de Gata.

Todo bien excepto por el catarro que no se cura y que lleva ya dos 2 semanas conmigo y la rodilla que aunque ya no empeora aun se resiente y esta todavía tocada. Paciencia y entrenamientos juiciosos, supongo que es la clave.

Eso sí, mi hermano ha aprovechado mi baja temporal por lesión para ponerse como un toro en la bici, ahora es él el que me aguanta mis tirones y además se escapa en los que inicia, bueno, nadie dijo que volver a los ruedos iba a ser camino de rosas.

Próximo paso, ver la evolución de la rodilla en carrera a pie e ir intensificando el entreno poco a poco y el volumen sobre todo.